jueves, 13 de diciembre de 2007

El macao.

Contrario a lo que muchos cubanos suponían, la impudicia llevó a un anciano senil a la Asamblea Nacional. Muchos creían que iba a relegar definitivamente en el hermano o tomar un cargo honorífico creado especialmente para él, sin mayores consecuencias para los cubanos, eso en caso que no se postulara, como debió haber hecho. Caramba, con razón las personas corren tras el dinero u otras cosas menos honestas y medios deshonestos, para conseguir poder; de ahí el gran peligro de la reelección por períodos largos, que le permiten a los gobernantes crear sus máquinas mezquinas para mantenerse en él, a toda costa, aun la del ridículo y la mentira evidente. Ahora, a más de otros epítetos con que el cubano de a pie se burla de Fidel Castro, el dictador a agregado uno nuevo... El Macao, porque no quiere soltar prenda, y al igual el animalito de Dios, este también es ermitaño, y vaya, también debe encontrar caracolas vacías donde vivir, esperemos que no haya que darle candela, como el artrópodo, pa' que suelte.

Quizás le vendrían bien las palabras que hable a un familiar, joven: ...habrá cosas que no quieres hacer, pero serán un ejercicio para tí, porque al final, siempre te llevarán donde no quieres estar, y te harán, lo que no quieres que te hagan, de manera que aprende a hacer lo que debas. Para los lentos, como el sátrapa, el camposanto y el enterramiento.

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