jueves, 27 de mayo de 2010

Actualización del blog.

-Mientras acusan a otros de derrochar, manera de encubrir su pecado, estos sistemas dictatoriales; Cuba, Venezuela, Bolivia, China, Corea del Norte, etc; imponen records posbilemente imbatibles en el descuido de la naturaleza o el empleo óptimo de los recursos naturales; al fijar su objetivo en perpetuarse en el poder, no existe otro impedimento cuando de ese objetivo se trata, ni aun los que suelen usar como bandera y escudo; de victimarios, quieren pasar por víctimas, los argumentos, risibles muchas veces, no logran enmascarar la cruel y dura realidad. En Cuba en particular, la afectación al ecosistema es brutal en muchos lugares de la isla, para pieza de convicción, Varadero, la otrora paradisíaca playa del norte de la isla, hoy es un amasijo de hoteles y construcciones destinadas a exprimir los turistas que visitan el lugar, pero como suele suceder en esta vida, el precio a pagar por el ingreso ingente de dinero a las arcas dictatoriales es altísimo, la afectación a la flora y fauna del lugar extinta en la práctica en su mayoría al perder el habitat natural. Derroche de recursos humanos, materiales y naturales, es inherente a un sistema sin control o límites, bien sean legales, morales o éticos. La ausencia de justicia, con todo lo que implica de legislación acorde a los principios reconocidos por los organismos internacionales de derechos humanos, respeto de la voluntad ciudadana y participación en el gobierno; proveen el marco idóneo para pervertir u obviar los adecuados mecanismos de protección del medio ambiente.
En este blog he comentado acerca del derroche, como el absurdo de pretender que miles de pequeños generadores son más eficientes y menos polucionadores que una sola central para producir electricidad; el absurdo, hecho propio por el dictador en ciernes de Venezuela Hugo Chávez, pone en evidencia quienes son la real amenaza para el medio ambiente. Al ponerse fuera del alcance del ojo público, reales amos y señores de un país, quedan impunes los actos lesa naturaleza; los vaivenes para mantener el poder, incluyen políticas agresivas y lesivas al medio ambiente, alguna que otra noticia, aparecida en los medios oficiales, solo persiguen distraer con la creencia de que se aplican las normativas para conservar el medio que nos rodea; la realidad de cosntrucciones anárquicas, sin insertarse en el medio natural con la menor afectación a este, el derroche del agua por el pésimo estado de la red hidráulica con la ausencia de mantenimiento que no puede ser provisto por la estructura dictatorial, incluído los trasvases, desvíos del curso natural de ríos y otros intentos desesperados buscando solución a problemas irresolubles por años de indolente perversión del modo de gobierno, terminan agravando el panorama de manera tal, que al arribo de la libertad y la democracia, el gobierno de esa Cuba libre, enfrentará tareas titánicas, las cuales requerirán de una real voluntad ciudadana para encaminar el país; el factor esperanzador, se da en el hecho del conocimiento adquirido por los paises del primer mundo y lo realizado hasta ahora para insertar la presencia humana de la manera menos agresiva dentro del medio ambiente, sin premuras o menoscabo de los beneficios adquiridos para hacer más llevadera la vida moderna. A medida que se cubran necesidades perentorias, se puede y debe enfocar la atención en otras accesorias en materia de medio ambiente, encaminando progresivamente la sociedad dentro de los estándares deseados y provistos. Recién este domingo, un interesante documental sobre el orgien de la vida y las especies, específicamente
el período posterior a los monocelulares, lleva ala conclusión que sobrevivieron los más eficientes en el uso y aprovechamiento de la energía, la epsecialización, conduce irremediablemente a la desaparición, extrapolado al decursar social, que no es ajeno a estas leyes naturales, un sistema tendrá más posibilidades de sobrevivir, cuanto mejor pueda optimizar la energía, inversamente proporcionales, un menor uso de energía para el sostenimiento de la vida, llevará necesariamente a la sobreviviencia de esa especie y su desarrollo. Cabe recordar por todo lo anterior, la caída de sistemas obsoletos en la optimización de la sociedad humana, que pasa primero que todo, por el uso de los recursos a disposición de esa sociedad de forma óptima. La otrora Unión Soviética feneció también por el insuperable costo material y social de su proceder, al igual que no sobrevivirán modelos actuales que con nombres cambiados intentan repetir el mismo error.

-A la chita, sin noticia en los medios oficiales, han comenzado las tibias medidas del dictador sustituto; el silencio de la verborrea del morinauseabundo en los medios, cuya causa desconocemos y queda solo presumir por el secretismo y el ocultismo propios de la dictadura; en la que ambos silencios se complementan quizás; la realidad lleva a inferir, que el secretismo y el silencio, mientras menos, mejor es para el progreso; una sociedad debe conocer su estado para corregirse y encaminar el esfuerzo en la dirección adecuada. A al democracia y por extensión a la libertad, le es vital el debate y el conocimiento de la realidad, quedando el secreto para los asuntos realmente sensible, la excepción de la regla, no a la inversa. Entre los peligros mayores de los ataques terroristas a EEUU, se encuentra precisamente la respuesta desmedida o sobredimensionada que produciría un estado de enervación de la sociedad interesada en reprimir o desalentar el acto en progreso; la ausencia del respeto a los derechos básicos tradicionales en la sociedad norteamericana, crearía un daño mayor que el beneficio obtenido en hacer fracasar los planes terroristas. El lógico y aconsejable balance, debe inclinarse a favor de las libertades individuales, históricamente demostrado como el factor de sobreviviencia y permanencia de la democracia más antigüa y sólida del mundo moderno. Otro peligro, a mi modo de ver, es la creciente participación directa del estado en asuntos que le compete regular o controlar, no intervenir de forma directa; incluso se escucha tonterías como la responsabilidad de entes individuales en la toma de decisión de otros individuos igualmente responsables de sus actos y por ende, de sus consecuencias; el subterfugio de supuestas atracciones inevitables, no logra congeniar con el hecho cierto de la responsabilidad individual de esas actitudes; los cubanos, acostumbrados a esa actitud tan extendida, por idiosincracia y por una dictadura de cincuenta años, negada a admitir su responsabilidad en el descalabro general del país, son buen ejemplo de lo que no se debe hacer o permitir en una sociedad en este particular, menos aun a un gobierno. No es suficiente la insolvencia por irresponsabilidad para que los deudores no cobren su préstamo, el acto en sí, es menos importante que socavar el espíritu que debe regir una sociedad madura y responsable; la amenaza invisible en sus comienzos de recargar sobre las espaldas del estado con demasiados gastos públicos a posteriori se convertirán en espada de Dámocles en el futuro del erario público. Así como se producen estados de histeria colectiva, otros estados colectivos alterados, son provocados por la ausencia de luces en preveer o de manera irresponsable indicar equivocadamente la relación causa y efecto, con la intención de ser populares o como actos de mala fe. Como ya he escrito, no se nace enfermo ni es condición común del ser humano, no se puede legislar o gobernar teniendo el imprevisto o la incidencia aislada como regularidad o cotidaneidad de la vida de un país. Nunca antes hubo tantos enfermos en Cuba, como cuando se facilitó el estado de enfermedad institucionalizándolo; aun hoy, las huellas y marcas se hacen sentir entre otros factores de improductividad.

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