viernes, 5 de noviembre de 2010

Actualización del blog.

-Pocas veces conozco de las noticias primero por los medios nacionales que leyéndolas en Internet; en este caso del accidente, me enteré por alguien que escuchaba el noticiero, al menos la síntesis, "...se cayó un avión en Las Villas...". No me extraña, las pocas veces que he volado en Cubana, lo hago cruzando los dedos, no rezo porque no soy hipócrita. Alla por los ochenta, trabajé en el aeropuerto, en aquella época, cuando las estrecheces no tocaban límite como hoy; recuerdo por ejemplo que al vuelo 470 Habana-Madrid solían llamarle La Milagrosa, no por que provocara algún fenómeno excepcional o supernatural, simplemente era el vuelo de los percances por excelencia, era un milagro si salía y otro más si llegaba en hora al destino. No se diferencia mucho un aeropuerto del resto de las empresas, instituciones u otros lugares donde se "trabaja" en el país, suelo compararlo con un taller automotor estatal, adoleciendo de los mismos males, robo, desinterés y peor, negligencia; por ratos los accidentes como que despertaban o encendían la señal de peligro, pero definitivamente, la norma o regularidad era la debacle inherente al sistema dictatorial de izquierda, al estado como dueño absoluto y desinteresado, su interes es el poder, nada más.
Las investigaciones de los accidentes, causas, etc; quedan en un limbo burocrático, no sólo por el tiempo que toman, sino porque es conveinete echar tierra al asunto, no sea que el mal olor llegue a las narices de la opinión pública.
El anecdotario es abundante, y téngase en cuenta que fue un período de 2 años más o menos que estuve al tanto de las barbaridades. Aviones que regresaban obligados al aeropuerto por no haber sido descargados de las heces fecales del vuelo anterior, mal estado del catering, etc; recuerdo en particular un vuelo que partía hacia Moscú, por repraciones capitales, con pasaje completo, luego de 3 regresos con los correspondientes drenes de combustible (los aviones no pueden aterrizar con el mismo peso que despegan, lo hacen cuando ya han consumido el combustible hacia su destino y por tanto poseen el peso adecuado), finalmente, quedaron sólo los pasajeros cubanos, únicos obligados a tomar el vuelo, el resto, cambiaría hacia otras aerolíneas. La misma ineptitud y pereza que rigen en el resto del país, es aplicable a Cubana y las dependencias que proveen servicios a Cubana.
Si lo que narro sucedía entonces, calcúlese como es hoy día. Quizás en el futuro, sabremos los miles de millones desembolsados para compensar las muertes habidas, claro, para los yumas o extranjeros, el resto, los cubanos, las consabidas disculpas como los papeles que reparten de estímulo, los diplomas, premios y otros miserables consuelos enla desconsolación irremediable de una dictadura.



-No he podido echar mano del famosos mamotreto sobre los cuentapropistas, de todo el material que veo en los quioscos, resaltan los amarillentos bodrios del morinauseabundo, y los recientes, eswperando a su vez, la fiebre amarilla del tiempo que ataca al papel expuesto a la luz intensa; el perseguido 35, brilla por su ausencia.
La famélica tirada, introduce el factor especulativo, la desinformación y la tergiversación, bien sea ex profeso o inocentemente propalada de lengua a oído en una cadena transformadora y versionadora del papelucho. Así, ha quedado en el fondo casi invisible el hecho de que seguiran cobrando los 250 mensual por habitación de puñalada a quienes alquilen viviendas, en fin, no quieren ricos, o lo que es lo mismo, no hacen nada de nada, como sucedió con la agricultura, luego de los "cambios".

No hay comentarios: