miércoles, 17 de noviembre de 2010

Memoria y olvidadizos.

Ay del pueblo judío y de los hombres de bien, si no recordaren la injusticia del holocausto; entonces si estuvieramos próximos al armagedón, al final de la especie humana. Vease si no, como aun con todo el material probatorio y probado, aparecen estúpidos, irrespetuosos como el presidente iraní a querer ignorar la realidad del feo e ilegal acto de masacrar personas por su origen o condición.
Esa misma memoria ha de tener el pueblo cubano, quienes vienen tras nosotros, para que no mueran con las glorias, las horrendas memorias de consecutivas dictaduras... de la peor de todas, esta última que padecemos.
Deberán recordar como pagan el trabajo esclavo, el anecdotario de como somos esquilmados los cubanos de la isla, y aun, aquellos que huyeron de la esclavitud allende los mares. De que manera brutal se persigue y se aterroriza aun a las familias de quienes osan pensar distinto o expresar su pensamiento a viva voz, a quienes se han quitado la máscara y pagado el triste precio a que obliga la dictadura por ser o pensar distinto y diferente a ellos.
Cuando se haga la luz en esta oscuridad, no debemos olvidar de que manera brutal vivimos la oscuridad de esta dictadura los cubanos, contarla en los púlpitos y las escuelas, para que sirva de ungüento protector a futuras generaciones.

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