miércoles, 26 de enero de 2011

El peligro de un gobierno ocioso.

Cuando un gobierno abandona sus deberes para con los gobernados, como a las personas, la ociosidad que les acoge genera la búsqueda de vicios y otros asuntos de los cuales, también como a las personas, es mejor mantenerse alejados.
La dictadura cubana, que como gobierno hizo dejación de sus deberes para entregarse a lograr su permanencia en el poder por cualquier medio, ilegal mayormente, ha marcado su paso por la historia cubana con la huella de la miseria, la injusticia, males y penuria para Cuba.
El mayor entretenimiento de estos más de 50 años pasados, ha sido la conjura y la conspiración, la mentira y la difamación.
Hacer un repaso de Wikipedia, breve, en algunos temas cubanos dice mucho de cuanto ha empleado la dictadura cubana en propalar sus mentiras y falacias a través de diversos medios del mundo democrático y libre que tanto dice odiar, pero al que acude para ocultar sus crímenes; no solo cuanto tiempo o recursos, sino, el gran esfuerzo dedicado a poner su granito de mentira o falacia, incluso donde no cabe por la contundente realidad, ahí la dictadura logra dejar como al descuido su mentira, una frase una palabra discordante con la realidad. Y le sobra tiempo para ello, ha sido su principal labor de todos estos años; porque en que cabeza cabe que aun los propios organismos de la ONU, se presten para las oscuras elucubraciones de los dos dictadores cubanos, que organismos e instituciones del mundo, se hagan eco de las mentiras; que aun a fecha de hoy haya personalidades, premios Nobel incluídos,para vergüenza de ellos agrego yo, presten su persona para los fines de la dictadura cubana.
Vista la realidad de una patria cuya matriz ha secado tanto maltrato de parte de una dictadura, y en el mismo vientre terrenal del Caribe, sus hijos sueñan con abandonarla para poner fin a la desgracia personal, como es posible que alguien aun crea las mentiras de esta dictadura, inconcebible, vergüenza para la humanidad es cualquier acto de cualquier persona o institución que comulgue con la dictadura cubana. Bien harían en revisar sus posiciones quienes asumen las mentiras dictatoriales como certidumbres y quienes aun a estas alturas, prestan oído a esa misma dictadura.

1 comentario:

Fernando Lago dijo...

Acabo de leer su artículo con sumo interés, y, como estoy plenamente de acuerdo con su contenido, lo invito a entrar en mi blog "Tribuna del Ortegal, porque en él he publicado, como última entrada, "Carta abierta a Fidel Castro".
Atentamente.

http://tribunadelortegal.blogspot.com/